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El aceite de la Rosa de Damasco, inscrita por la Unesco como patrimonio intangible de la humanidad desde 2019, es el más preciado a nivel mundial, mientras se hacen varios productos cosméticos y médicos de esta rosa considera la reina de las flores en Siria.
Damasco, 01 jun (SANA) El aceite de la Rosa de Damasco, inscrita por la Unesco como patrimonio intangible de la humanidad desde 2019, es el más preciado a nivel mundial, mientras se hacen varios productos cosméticos y médicos de esta rosa considera la reina de las flores en Siria.
Enormes esfuerzos se llevan a cabo por las autoridades sirias para sembrar la mayor área de tierras de esta especie vegetal conocida por su fragancia y usos terapéuticas.
“Se ofrecieron dos oportunidades de inversión en las provincias de Damasco y Quneitra para producir productos medicinales, aromáticos y aceites de esta flor”, explicó Madian Diab, el director general de la Autoridad de Inversiones de Siria.
Destacó la importancia de esos proyectos por su papel en asegurar las necesidades de las fábricas farmacéuticas y de perfumería, además de asegurar empleos a más de 30 trabajadores.
A su vez, el experto agrónomo en plantas aromáticas Mahmoud al-Kuri, explicó que es necesario conseguir mercados externos para la exportación que absorban el producto local ante la fuerte competencia de muchos países con una gran experiencia en este campo.
“Aumentar la producción de la Rosa de Damasco y desarrollar sus variedades aportará una calidad valiosa a los productos medicinales y aromáticos de Siria que se exportan a más de 30 países del mundo”, concluyó.
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