los industriales sirios perseveraron durante la crisis y mantuvieron la etiqueta de “Hecho en Siria” en los mercados locales y extranjeros

Rif Dimashq, SANA– A lo largo de la crisis en Siria, varias fábricas perseveraron y lograron mantener la producción, demostrando que los industriales sirios pueden superar todas las dificultades con su ingenio a pesar del embargo económico impuesto a Siria. Gracias a los esfuerzos de estos industriales, la etiqueta “Hecho en Siria” permaneció presente en los mercados extranjeros a pesar de aquellos que querían ver a Siria arruinada.

En el Día del Trabajador, SANA se reunió con algunos de estos industriales y hablaron sobre su experiencia durante la crisis.

El industrial Mahmoud Khorsheed, dueño de una fábrica de helados, le dijo al periodista de SANA durante una gira por Adra Industrial City que su fábrica comenzó a producir en 2009 y que no ha parado desde entonces, a pesar de todas las condiciones difíciles.

Khorsheed dijo que la producción de la fábrica cubre la necesidad del mercado local y se exporta a Líbano, y pronto también se exportará a Iraq, Sudán y Egipto.

Señaló los esfuerzos del gobierno para estabilizar y proteger la industria siria, particularmente el Ministerio de Electricidad que trabajó duro para proporcionar energía durante los años de la guerra.

Zenbarakji es una marca reconocida a nivel local entre los fabricantes de chocolate y galletas. El director de producción de la empresa, Mazen Ezzeldin, dijo que la cooperación y los servicios brindados por la administración de la ciudad Industrial permitieron a la empresa mantener la producción.

Los Textile forman parte de los productos sirios más prominentes, y una de las compañías que los produce es al-Huda para ropa de cama que comenzó a trabajar en una pequeña instalación de 2500 metros cuadrados en Harasta en 1987.

El gerente de producción de la fábrica de al-Huda Mohammad Usama Tarfan le dijo a SANA que después de años de trabajo, la compañía se mudó a una instalación de 32000 metros cuadrados adyacente a la ciudad industrial, equipada con máquinas de alta tecnología manejadas por más de 600 trabajadores.

Tarfan dijo que los productos de la compañía ganaron muchos premios de calidad y se vendieron en toda Siria y se exportaron a muchos países, pero todo este arduo trabajo se convirtió en cenizas cuando los terroristas sabotearon la zona.

Continuó diciendo que a pesar de las grandes pérdidas, al-Huda nunca dejó de producir, ya que la compañía alquiló una humilde instalación en los suburbios de Damasco para mantener la marca, luego, cuando el Ejército sirio aseguró el área de Adra, la compañía rehabilitó 2000 metros cuadrados de la antigua fábrica allí.

Los industriales Jihad al-Esh, de la compañía al-Kamal que produce generadores de electricidad, dijeron que su compañía proporciona generadores a compañías tanto del sector público como privado, e incluso exporta sus productos a varios países.

SANA también visitó instalaciones industriales en la ciudad industrial al-Sheikh Najjar en la provincia de Alepo. Después de ser saboteado y saqueado por terroristas, la ciudad reanudó sus actividades después de que fue liberada por el ejército árabe sirio.

Hassan Zou’a, director de una fábrica de textiles, dijo que sus instalaciones fueron destruidas por terroristas, en particular las hilanderías cuyos motores fueron robados y llevados a Turquía.

Zou’a dijo que tenían dificultades al principio después de la liberación del área debido a la falta de trabajadores, pero las cosas están mejorando gradualmente.

Ibrahim al-Sisi, propietario de una planta de producción de plástico, dijo que ahora tienen una producción muy buena después de reparar la instalación, mientras que Mu’taz Ayoubi, dueño de una fábrica de aluminio, dijo que hay dificultades relacionadas con la búsqueda de trabajadores y la adquisición de materias primas, pero ahora él está más decidido que nunca a mantener la producción.

Propietario de la fábrica de al-Qemma para productos alimenticios Omar Oso dijo que llevó a cabo renovaciones y mantenimiento de la fábrica que fue destruida por terroristas, y ahora reanudó la producción de tahini, que es un ingrediente esencial de la cocina de Alepo, además de halva.

 

 

 

 

M/Miri

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