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Jerusalén ocupada, SANA
Mañana lunes se cumplen 103 años al crimen cometido por Gran Bretaña cuando emitió la nefasta Promesa de Balfour que dio inicio a la implantación del Ente sionista usurpador en la tierra árabe, acarreando catastróficas consecuencias para el pueblo palestino y los pueblos de la región, al tiempo que los palestinos enfrentan grandes desafíos no menos graves que dicha promesa como el llamado Acuerdo del Siglo conque EE.UU. e Israel pretenden liquidar la causa palestina.
El 2 de noviembre de 1917, el entonces ministro del Exterior de Gran Bretaña, Arthur James Balfour dirigió una carta al lord judío Lionel Walter De Rothschild, uno de los dirigentes del Movimiento Sionista por orden del primer ministro británico David Lloyd George, la cual giró sobre la capacidad de los sionistas a materializar los objetivos e intereses de Gran Bretaña en la región árabe.
Esto constituyó uno de los más peligrosos complots tejidos para la región árabe para fragmentarla y acabar con sus potencialidades favoreciendo así los designios colonialistas de los países occidentales.
La Promesa de Balfour constituyó un antecedente histórico peligroso y una flagrante violación de las normas y leyes internacionales al conceder el territorio palestino a las bandas sionistas quienes expulsaron al pueblo autóctono para crear el Ente israelí usurpador en 1948.
Mientras tanto continúan las secuelas de dicha promesa, una de ellas es el reconocimiento de Jerusalén como capital del ente de ocupación israelí por parte del presidente norteamericano Donald Trump (diciembre de 2017) quien más tarde (15 de mayo de 2018) trasladó la embajada de su país a Jerusalén en el 70 aniversario de la Nakba y en marco del llamado Acuerdo del Siglo cuyas cláusulas fueron anunciadas a principios del actual año a la sombra de un silencio internacional.
Sin embargo, los palestinos afirman que continuarán su resistencia contra los planes de la ocupación hasta la recuperación de sus derechos íntegros, en primer lugar el derecho al retorno y la instauración de su estado independiente con su capital en Jerusalén.
En una declaración al corresponsal de SANA, el miembro del Comité Ejecutivo de la Organización por la Liberación de Palestina, Wassel Abu Youssef, afirmó que la Promesa de Balfour se considera una de los mayores crímenes cometidos contra el pueblo palestino dando como resultado el trasplante de un ente usurpador en la tierra palestina, el cual se desempeña como un cáncer cuya función es perpetuar la inestabilidad en la región árabe y adueñarse de sus riquezas.
Abu Youssef señaló que los palestinos se mueven judicialmente para hacer rendir cuentas al Reino Unido por su crimen primeramente en los tribunales palestinos y más tarde en los tribunales internacionales.
El portavoz del Movimiento Fatah, Usama al-Qawasmi, señaló que los capítulos del complot continúan aún a través de los planes de anexión, colonización y judaización, a lo cual se añade el llamado Acuerdo del Siglo que no podrá cejar en la voluntad del pueblo palestino que se aferra a su tierra y continuará por el camino de la resistencia hasta la conquista de sus derechos principalmente la autodeterminación y el retorno de los refugiados a sus hogares acorde a las resoluciones de la legalidad internacional.
Qawasmi aseguró que el aniversario de la Promesa de Balfour encierra todos los significados de dolor y sufrimiento del pueblo palestino, y exigió al Reino Unido que pida disculpas al pueblo por la nefasta Promesa que engendró tragedias y expulsión de los palestinos de su tierra ancestral.
Usama al-Haj Ahmad, miembro del Comité Central del Frente Popular por la Liberación de Palestina explicó que la Promesa de Balfour ha sido la mayor injusticia histórica confabulada por las potencias colonialistas contra los palestinos.
Afirmó que toda Palestina es propiedad de su pueblo y que la lucha y la resistencia son el camino para libertar el territorio palestino, por tanto la comunidad internacional debe dejar la política de dobles raseros y debe corregir la ignominia histórica cometida contra el pueblo palestino mediante la fatal Promesa de Balfour.
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