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Cuando se le preguntó por qué estrechó la mano de quien era uno de sus captores mientras la trasladaban a una ambulancia de la Cruz Roja, reiteró que le habían tratado bien.
Jerusalén ocupada, 25 oct (SANA) La anciana israelí Yocheved Lifshitz, de 85 años, declaró públicamente que mientras permanecía secuestrada tuvo acceso a atención médica y fue bien tratada.
“Mi madre dice que fueron muy amables con ellos y cuidaron de ellos, que les dieron medicamentos”, detalló la hija de Lifshitz durante una rueda de prensa difundida por RT.
El personal del hospital israelí en el que fue internada la mujer, incluido el portavoz de la instalación, Avi Shoshan, reveló que se les había advertido de que no hicieran comentarios descuidados sobre el trato prestado por la resistencia palestina a los rehenes.
La familia de Lifshitz también aseguró que les habían pedido que no dijeran que la habían tratado bien durante su cautiverio. No obstante, dijeron a la anciana que hablara libremente.
Tras ser liberada, Lifshitz relató que durante los días en el cautiverio comían lo mismo que sus captores: pan de pita, queso y pepinos.
Cuando se le preguntó por qué estrechó la mano de quien era uno de sus captores mientras la trasladaban a una ambulancia de la Cruz Roja, reiteró que le habían tratado bien.
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