Razones del sentimiento antifrancés en África. Crisis en Níger amenaza intereses de Paris

“Los conflictos en los países de África occidental harán que Francia busque una estrategia de salida, incluso muchos de los líderes africanos se están distanciando de Francia, buscando centros de poder alternativos y desarrollando relaciones en el este con China, Rusia y Turquía”

Damasco, 6 ago (SANA) El reciente golpe de Estado en la antigua colonia francesa ha planteado dudas sobre el papel y la influencia de París en la región. El 26 de julio, la guardia presidencial de Níger derrocó y detuvo al presidente Mohamed Bazoum, quien fue elegido en 2021 en la primera transferencia de poder democrática del país.

La asonada militar de Níger ha sido condenada por actores regionales e internacionales, que han pedido la restauración de la democracia y la liberación del presidente Mohamed Bazoum.

Tras la detención del mandatario, el comandante de la guardia presidencial, el general Abdourahmane Tchiani, se autoproclamó líder interino y presidente del Consejo Nacional de Salvaguarda de la Patria.

Los líderes del golpe afirmaron que actuaron debido al empeoramiento de la situación de seguridad y al mal Gobierno en el país.

Francia, el exgobernante colonial de Níger y un aliado reciente en la lucha contra los insurgentes islamistas en la región del Sahel —como se identifica a un corredor de países entre el océano Atlántico y el mar Rojo, en el norte del África y al sur del Magreb—, suspendió rápidamente la ayuda financiera al país de África occidental, enfatizando que París reconoce a Bazoum como el único líder legítimo del país.

Sin embargo, París también tiene importantes intereses económicos en Níger, particularmente en los sectores de la minería y la energía.

Para comprender cómo el golpe podría afectar los intereses de Francia en África occidental, Sputnik habló con el doctor Ismael Buchanan, profesor titular del Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Escuela de Gobernanza de la Universidad de Ruanda.

Según Buchanan, Francia tiene una fuerte presencia en África occidental a través de su control del franco CFA, una moneda utilizada por 14 Estados de la región que está vinculada al euro y respaldada por la nación que gobierna Emmanuel Macron.

El docente dijo que algunas de las reservas de esos países están en manos francesas.

“Es el Gobierno francés el que tiene el control sobre la impresión de la moneda CFA para los 14 Estados africanos en África occidental, por lo que la gente de esos países se ha quejado de cómo el CFA está hundiendo las economías africanas”, evaluó Buchanan.

El politólogo también dijo que la presencia de París en África occidental le ha dado acceso y oportunidades en posiciones dominantes —y contratos lucrativos— en las economías africanas francófonas, en sectores como generación de energía, transporte y logística, desarrollo de infraestructura, telecomunicaciones, concesiones mineras, petróleo y gas, procesamiento agrícola y manufactura ligera.

“Cuando se trata de los sectores de la minería y la energía, se sabe muy bien que las principales empresas francesas son los principales actores en estos dos sectores”, señaló.

“Entonces, independientemente de los derechos soberanos que tengan estos países africanos, todavía necesitan estas empresas francesas que tienen la tecnología y el capital para hacer un buen uso de algunos de sus recursos, y esto es muy importante y beneficioso para Francia”.

Buchanan citó el ejemplo de las operaciones de la empresa francesa Orano (anteriormente Areva) en Níger, que tiene las séptimas reservas de uranio más grandes del mundo y la segunda producción del recurso en África, después de Namibia, según la Asociación Nuclear Mundial.

Orano explota tres minas de uranio en Níger: Arlit, Akokan e Imouraren.

El uranio nigerino representa aproximadamente el 20% de la producción de energía nuclear de Francia, según los medios de comunicación de la nación europea. La firma, además, ha dicho que no abandonará Níger, a pesar de las tensiones tras el golpe militar del 26 de julio.

El asesor político Ovigwe Eguegu, de la consultora Development Reimagined, se hizo eco del sentimiento de Buchanan y señaló que tanto Francia como la Unión Europea se benefician enormemente de las exportaciones de uranio de Níger.

Señaló que, tras el desalojo de los contingentes de tropas francesas de Malí y Burkina Faso, algunos uniformados han sido reubicados en Níger, un país que sirvió como “piedra angular de las estrategias regionales de Estados Unidos, Francia y la Unión Europea” y que jugó un papel importante en la “seguridad energética” francesa.

“Es por eso que estamos viendo esta reticencia a salir de Níger de la forma en que salieron de Malí y Burkina Faso”, dijo Eguegu refiriéndose a París.

Agregó que, debido a su control de Níger y por el hecho de que “la Unión Europea ha considerado la energía nuclear como verde”, Francia siempre ha priorizado tales materiales.

Por lo tanto, la pérdida de las importaciones de uranio de Níger, junto con los riesgos de perder el suministro del recurso desde fuentes como Rusia, son una seria preocupación para Francia, argumentó Eguegu.

Sentimiento antifrancés

Buchanan afirmó que es probable que los conflictos en los países de África occidental hagan que Francia busque una estrategia de salida. Dijo que algunos de los nuevos líderes en esos países están tratando de negociar entre ellos y averiguar con quién hacer negocios.

“Muchos de estos líderes, de hecho, se están distanciando de Francia, buscando centros de poder alternativos y desarrollando relaciones en el este con China, Rusia y Turquía”, precisó.

Esto no se ve bien a los ojos de las potencias occidentales, especialmente la Unión Europea y Francia, porque podrían verse afectadas económicamente, explicó el experto.

“Entonces, tan pronto como estos países de África occidental sientan que han recuperado su estatus quo como actores soberanos o que están obteniendo un trato justo, créanme, definitivamente podrán determinar con quién quieren trabajar o asociarse”, dijo.

El académico agregó que no se debe descartar a Francia o la Unión Europea por el momento, y que las empresas francesas todavía tienen un punto de apoyo muy fuerte en los países de África occidental.

“Han establecido un vínculo prolongado en diferentes sectores (en términos de cultura, educación, minería, comercio, militar) con algunas empresas públicas y privadas en esos países y nadie puede socavar ese vínculo de la noche a la mañana”, señaló.

En términos de reservas de uranio, Francia depende en gran medida de Níger, que proporciona el 20% de sus necesidades del recurso.

Si bien la crisis y las tensiones en el país africano pueden no tener un impacto inmediato en el suministro a Francia, la situación podría plantear desafíos en el futuro.

Por ahora, las empresas francesas tienen existencias que pueden cubrir sus necesidades durante varios años. Sin embargo, a medida que Europa busca reducir su dependencia de Rusia la búsqueda de fuentes alternativas y competitivas de uranio será cada vez más importante a largo plazo.

“Aun así, Francia puede beneficiarse de otras fuentes para su uranio.

Mientras tanto, no se puede ignorar que, hasta cierto punto y a largo plazo, esto será un desafío para Europa, incluida Francia, ya que el continente está tratando de eliminar gradualmente la dependencia de Rusia”, concluyó Buchanan.

Fuente: Sputnik

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