No obstante, harán falta mucho más que las tres horas que duró el encuentro para superar diferencias profundas y de toda índole, desde comerciales hasta culturales, pero al menos hay interés en hacerlo.
Damasco, 15 nov (SANA) Los presidentes de Estados Unidos y de China se reunieron este 14 de noviembre en Bali, Indonesia, y al terminar mostraron un optimismo en el futuro de sus relaciones que muchos quisieran compartir, sobre todo por las promesas de buena voluntad.
Existía gran expectativa de cara a la reunión del mandatario norteamericano Joe Biden y el chino Xi Jinping, celebrada en el marco de la cumbre del G20 y en un contexto global particularmente volátil, de ahí que el mero intento de esfumar los miedos a una nueva “guerra fría” fue bien recibido.
No obstante, harán falta mucho más que las tres horas que duró el encuentro para superar diferencias profundas y de toda índole, desde comerciales hasta culturales, pero al menos hay interés en hacerlo.
“Discutimos (con Xi) nuestra responsabilidad de evitar que la competencia entre nuestros países se convierta en conflicto y encontrar formas de trabajar juntos en los desafíos compartidos que afectan a la comunidad internacional”, resumió Biden en la red social Twitter.
Antes, en un comunicado facilitado a reporteros ansiosos de primicias, Biden confirmó lo que todos querían oír: “Realmente creo que no hay necesidad de una nueva Guerra Fría con China”.
Taiwán
El mandatario estadounidense agregó que tampoco creía que Pekín tuviera en sus planes invadir Taiwán, y ratificó el reconocimiento de EEUU a la política de ‘Una sola China’, avalada por Naciones Unidas, aunque cuestionó las políticas coercitivas del gigante asiático respecto a la isla.
Según la nota divulgada por la Casa Blanca, Biden manifestó las objeciones de EEUU a las acciones coercitivas y cada vez más agresivas de China hacia Taiwán, “las cuales minan la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán y en la región, a la vez que ponen en riesgo la prosperidad global”.
Casi de inmediato, las autoridades de Taipéi agradecieron a Biden su posición a favor del mantenimiento de la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán.
Al respecto, Xi reconoció que el tema de Taiwán traza una “línea roja” en las relaciones con Washington, la cual “no debe cruzarse”.
De acuerdo con una declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, el presidente Xi recalcó que Pekín no trata de desafiar a Washington o intervenir en sus asuntos internos, y estimó que la reunión sostenida en Bali tuvo un carácter constructivo.
Biden expresó a su vez preocupación por las prácticas de Pekín en materia de derechos humanos en general y en los casos puntuales de Xinjiang, el Tíbet y Hong Kong.
Ucrania
El conflicto entre Rusia y Ucrania tampoco faltó en la agenda de la primera reunión entre ambos líderes desde que Biden, vicepresidente durante el mandato de Barack Obama (2009-2017) asumiera la presidencia en 2021.
“El presidente Biden y el presidente Xi reiteraron su acuerdo de que nunca se debe librar una guerra nuclear y que una guerra nuclear nunca se puede ganar, y subrayaron su oposición al uso o la amenaza de uso de armas atómicas en Ucrania”, refirió la nota del Gobierno estadounidense.
Fiel al relato occidental, Biden calificó de “brutal guerra” la operación de desnazificación lanzada por Rusia a inicios de 2022 en antiguos territorios de Ucrania.
Competir y dialogar
A su vez, el mandatario estadounidense advirtió a su homólogo chino que Washington seguirá compitiendo enérgicamente con China, pero de manera responsable, para impedir que ello degenere en un conflicto.
“Estados Unidos continuará compitiendo enérgicamente con la República Popular China, incluso invirtiendo en fuentes de fortaleza en el país y alineando esfuerzos con aliados y socios en todo el mundo”, dejó claro el jefe de Estado norteamericano.
El comunicado de la Casa Blanca señaló además que Biden y Xi acordaron mantener la comunicación de alto nivel, así como una visita del secretario de Estado norteamericano (canciller), Antony Blinken, a China, en una fecha aún por definir, para darle continuidad al diálogo.
“Los dos líderes acordaron facultar a altos funcionarios clave para mantener la comunicación y profundizar los esfuerzos constructivos en estos y otros temas (…) Los dos líderes acordaron que el secretario de Estado Blinken visitará China para dar seguimiento a sus discusiones”, concluye el texto.
Fuente: Sputnik