Sunak, la última esperanza de los conservadores británicos

En su primer discurso a la nación tras asumir formalmente el cargo el 25 de octubre, el tercer primer ministro conservador que tienen los británicos en las últimas siete semanas prometió gobernar con integridad, profesionalidad y responsabilidad, pero en su fuero interno debe estar convencido de que tiene en sus manos la clásica “papa caliente”.

Sunak hereda una situación económica muy mala, y hasta se puede decir que no es muy diferente a la existente inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial.

Damasco, 29 oct (SANA)    Prueba de ello fue su proclamación expedita como nuevo líder del partido, en sustitución de la dimitente Liz Truss, lo que su a vez le abrió la famosa puerta marcada con el número 10 de Downing Street, la residencia oficial de los gobernantes del Reino Unido.

De finalista contra Truss en las elecciones internas celebradas en agosto pasado para escoger al reemplazo del también dimisionario Boris Johnson, Sunak pasó ahora a ser el único nominado por sus correligionarios en la Cámara de los Comunes para ocupar la vacante, con lo cual el concurso de liderazgo se convirtió de hecho en una ‘coronación’.

En su primer discurso a la nación tras asumir formalmente el cargo el 25 de octubre, el tercer primer ministro conservador que tienen los británicos en las últimas siete semanas prometió gobernar con integridad, profesionalidad y responsabilidad, pero en su fuero interno debe estar convencido de que tiene en sus manos la clásica “papa caliente”.

Sunak hereda una situación económica muy mala, y hasta se puede decir que no es muy diferente a la existente inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, comentó a Prensa Latina el profesor de Economía Política de la Universidad de la Ciudad de Birmingham Steven McCabe.

De acuerdo con el especialista, el nuevo gobernante deberá lidiar con una inflación de dos dígitos y una recesión que se antoja cada vez más cierta, lo que inevitablemente redundará en un incremento de las tasas de interés y del desempleo.

Tendrá que tomar medidas drásticas y rápidas para reparar el daño causado por Liz Truss, advirtió McCabe, en alusión al caos generado por la polémica rebaja de impuestos anunciada por la primera ministra como parte de su plan económico para estimular el crecimiento del país, y que a la postre le costó el cargo que ostentó durante solo 45 días.

ECONOMÍA E IMPUESTOS
Calmar los mercados financieros después de la tormenta que provocó su predecesora y que obligó incluso a la intervención del Banco de Inglaterra, y recuperar la credibilidad del Partido Conservador ante el electorado, serán las dos tareas principales de Sunak en el plano doméstico.

Por lo pronto, ya admitió que Truss cometió “algunos errores” y prometió enmendarlos, pero su advertencia de que para ello deberá tomar “decisiones difíciles” podría ser sinónimo de que se dispone a aplicar una nueva subida de impuestos.

De todas formas, habrá que esperar al 17 de noviembre, la nueva fecha prevista para la presentación del proyecto de presupuesto con el cual pretende encarrilar la economía de un país donde según las organizaciones benéficas, millones de personas dependen de los bancos de alimentos, y tienen dificultades para pagar por un servicio de electricidad y gas cada vez más caro.

IRLANDA DEL NORTE
Defensor ferviente del Brexit, el flamante primer ministro todavía no se pronunció sobre el llamado Protocolo para Irlanda del Norte, que mantiene en ascuas las relaciones entre la Unión Europea (UE) y el Reino Unido desde la salida definitiva de este último del bloque a finales de 2020.

En virtud del acuerdo, esa provincia británica sigue bajo la jurisdicción del mercado único y la unión aduanera europeos, por lo que todas las mercancías que se trasiegan desde Gran Bretaña deben ser sometidas a controles para comprobar si cumplen con las regulaciones del bloque.

El protocolo, diseñado para evitar una frontera física con la República de Irlanda, que forma parte de la UE, provoca demoras en la llegada de los productos, y es rechazado sobre todo por los unionistas norirlandeses, que lo ven como una amenaza a su posición dentro del Reino Unido.

Para presionar a Londres a que renegocie el mecanismo, el Partido Democrático Unionista (DUP), leal a la Corona británica, y que perdió las recientes elecciones locales ante el republicano Sinn Fein, se niega formar parte del gobierno local, como establece el acuerdo de paz del Viernes Santo.

Durante su breve mandato, Truss reiteró las amenazas de Londres de modificar el acuerdo de forma unilateral, pero aún está por ver si Sunak, a quien muchos definen como un economista pragmático, se arriesgará a provocar una guerra comercial con Bruselas.

ESCOCIA

La siempre rebelde Escocia podría convertirse en otra piedra en el zapato del nuevo gobernante, tras los fuertes vientos independentistas que soplan en ese territorio gobernado desde hace varios años por el Partido Nacional Escocés (SNP)
La líder del SNP y jefa del Ejecutivo local, Nicola Sturgeon, mantiene su posición de convocar a un nuevo referendo sobre la independencia para el año próximo, pese a la negativa de Londres, que da como definitiva, al menos para esta generación, la consulta de 2014, cuando el 55 por ciento de loes escoceses votó por seguir siendo parte del Reino Unido.

En su defensa, el SNP y demás partidos independentistas alegan que ese resultado quedó inhabilitado por el Brexit, porque la mayoría de los escoceses desea permanecer dentro de la UE, pero fue obligada a abandonar el bloque junto al resto de los británicos.

Interrogado sobre el particular en su primera comparecencia ante el Parlamento, Sunak adoptó la misma postura de sus predecesores en el cargo, y dijo que esa cuestión quedó zanjada con el referendo de 2014.

A diferencia de Truss y Johnson, quienes mantuvieron una relación agria y cortante con Sturgeon, el nuevo gobernante adoptó un tono más conciliador y dijo que esperaba poder trabajar de forma constructiva con las autoridades escocesas.

MEDIOAMBIENTE

Una de las primeras decisiones tomadas por el primer ministro apenas asumió el cargo fue restablecer la prohibición sobre el método de fracturación hidráulica para extraer petróleo y gas de esquisto.

La moratoria sobre el ‘fracking’ había sido levantada por su predecesora semanas atrás, como parte de sus controvertidos planes para incrementar la producción nacional de hidrocarburos y poner fin a la dependencia de las importaciones.

Ese método de perforación consistente en inyectar agua y otras sustancias en el subsuelo está bajo escrutinio a nivel mundial por su posible relación con los terremotos y la contaminación del manto freático, por lo que el restablecimiento de la prohibición le ganó el aplauso de los ambientalistas y de muchos de sus propios correligionarios.

Está por ver aún, no obstante, la posición que adoptará respecto al desarrollo de fuentes de energía renovable, en especial la fotovoltaica.

UNIDAD PARTIDISTA

Para muchos, sin embargo, el reto principal de Sunak será unir a los conservadores y restaurar la credibilidad de un partido que tuvo cuatro líderes desde la dimisión de David Cameron en 2016, y que en los últimos meses se vio manchado por los escándalos de Johnson y el caótico mandato de Truss.

Según analistas, su decisión de rodearse de ministros que sirvieron en los gabinetes de su antecesora y de Johnson fue un primer paso en esa dirección.

La reinstalación de Suella Braverman como ministra del Interior dio lugar, sin embargo, a los primeros cuestionamientos, porque la funcionaria dimitió anteriormente por violar los protocolos de seguridad inherentes a su cargo.

Otra tarea difícil para el primer gobernante de ascendencia india que tienen los británicos será remontar la ventaja en la intención de voto que ostentan los laboristas, de cara a las elecciones generales previstas para finales de 2024, pero que la oposición insiste en querer adelantar.

Por Néstor Marín

Fuente: Prensa Latina

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