Barhum resume sus esperanzas en ver a sus hijos en el lugar que merecen y que elijan su futuro en una patria sana y recuperada.
Damasco, 11 jul (SANA) Ali Barhum, un herido de guerra, se sienta en su sillón de ruedas observando fijamente los visitantes de su exposición montada en el Centro Cultural Abu Rummaneh en cooperación con el Proyecto Herido de la Patria y la Galería Adonia; allí se exhiben cuadros potreé que reflejan la infancia.
En una plática con SANA Cultural, Barhum relató su trayectoria con el dibujo que comenzó a la edad de cinco años y se concretó después de su lesión, y ahora combina colores para narrar su historia con la infancia, la maternidad y la belleza.
El artista atribuye su elección de la niñez en sus cuadros al hecho de que los niños son la expresión ideal de la sensibilidad y la inocencia, y porque ve en ellos un futuro sin guerras.
Barhum resume sus esperanzas en ver a sus hijos en el lugar que merecen y que elijan su futuro en una patria sana y recuperada.
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