Damasco, 1 mar (SANA) El testimonio se refiere a Ben Roberts-Smith, uno de los veteranos de guerra más condecorados de Australia, quien ha demandado por difamación a varios medios de comunicación australianos que lo acusan de crímenes de guerra.
Un exintegrante del Regimiento de Servicios Aéreos Especiales de Australia (SAS, por sus siglas en inglés) brindó testimonio judicial sobre las presuntas atrocidades cometidas en Afganistán por el veterano de guerra Ben Roberts-Smith, en el marco de una demanda por difamación que este último adelanta contra varios medios de comunicación australianos.
Roberts-Smith, uno de los combatientes más condecorados de Australia, supuestamente pateó hacia un acantilado a un afgano desarmado y esposado, rompiéndole la cara contra una roca, para minutos después ordenar a sus subordinados que lo ejecutaran, según aseguró este lunes ante un tribunal de Sídney el soldado en cuestión, que figura en los registros judiciales como ‘Persona 4’.
“Vi la cara del individuo golpear contra una roca grande y sufrir una lesión grave. Le arrancó varios dientes, incluidos los frontales”, dijo el combatiente anónimo de las SAS, al contar que Roberts-Smith finalmente ordenó a sus subordinados que arrastraran debajo de un árbol al hombre “gravemente herido”, un granjero identificado como Ali Jan, y lo mataran a tiros.
La ejecución habría tenido lugar en la aldea de Darwan en septiembre de 2012, luego de una fallida operación en busca de un “soldado afgano rebelde”, llamado Hekmatullah, al que se acusaba de haber matado a tres australianos.
Según el relato de la ‘persona 4’, fue hacia el final de ese operativo que las tropas australianas encontraron a Jan, que no estaba armado y que fue detenido con las manos esposadas a la espalda.
Roberts-Smith ha entablado demandas contra varios medios de comunicación australianos, entre ellos Age, Sydney Morning Herald y Canberra Times, por publicar informaciones que considera falsas y difamatorias, en las que se le acusa de crímenes de guerra y otros actos indebidos, desde intimidación y violencia doméstica hasta asesinato. En particular, niega el presunto homicidio en Darwan y toda actuación indebida.
Entretanto, se ha retrasado desde el colapso del gobierno afgano una investigación en curso sobre los crímenes de guerra presuntamente cometidos por soldados australianos en Afganistán. Las indagaciones se basan en un informe de Paul Brereton, inspector general de la Fuerza de Defensa Australiana (FDA), en el que se concluyó que los integrantes del Grupo de Trabajo de Operaciones Especiales de Australia, que operó en el país surasiático entre 2005 y 2016, ejecutaron ilegalmente a 39 personas. Por su parte, el jefe de la FDA, Angus Campbell, identificó a 25 militares vinculados a esos actos, hechos a los que se refirió como “posiblemente el episodio más vergonzoso en la historia militar de Australia”.
Fuente: RT