Al-Fijah, el manantial del que bebe toda Damasco (Fotos & Video)

Damasco, 09 ene (SANA)   Las pinturas dibujadas en épocas antiguas muestran la ciudad de Damasco rodeada de jardines y extensas granjas.. Esta vegetación se debe a la abundancia de manantiales que convirtieron a Damasco en una de las ciudades más bellas y hermosas de Oriente y destino de los reyes, emperadores y califas más poderosos y famosos en el mundo.

Manantial al-Fijah, su ubicación y origen del nombre

El manantial “Ain al-Fijah” es la principal fuente de agua potable para más de cinco millones de habitantes de la capital; se encuentra en la localidad de Ain al-Fijah en el enclave montañoso del valle del Río Barada, a unos 18 kilómetros al noroeste de la capital.

Desde el pie del monte “Qualaa” en la localidad de Ain al-Fijah, nace este manantial considerado un regalo de la naturaleza para la ciudad de Damasco por la abundancia de su agua que se acumula gracias a la lluvia y la nieve que cubre las montañas de esa región.

En cuanto al nombre, algunas fuentes dicen que el origen de la palabra Fijah es griego y significa “ojo”, y otras fuentes afirmaron que el significado de “Fij” o “Fijah” es el lugar bajo confinado entre varias montañas.

Su historia e importancia

Los hallazgos demostraron que los antiguos humanos construyeron un templo romano sobre el manantial y lo convirtieron en lugar de culto, y hoy en día se conoce como la fortaleza “Izzta” que fue erigida para preservar las aguas de la contaminación.

Algunas partes de esta fortaleza aún permanecen hasta nuestros días en la parte norte del manantial, y se encuentra además la Piedra Sagrada quefue símbolo religioso muy importante para los romanos por ser el altar donde se ofrecen los sacrificios.

Las sirenas del manantial

Según las creencias romanas, deberían regalar las mujeres más preciosas y vírgenes para apaciguar los dioses del manantial y mantener el agua fluyendo..

Por eso, solían masacrar estas jóvenes y luego las empujaron al agua, pensando que los dioses del manantial no les cortarían el agua y no serán amenazados por la sed

Su abundancia y calidad del agua:

  • El manantial nace de una zona deshabitada a 825 metros de altura sobre el nivel del mar, lejos de cualquier fuente de contaminación.
  • La estructura agrietada de las rocas permite que una gran cantidad de agua se filtre rápidamente al suelo, por lo cual sea muy fresca y fría.
  • La temperatura del agua de manantial de Ain al-Fijah no supera los 13 grados centígrados y las sales totales en ella alcanzan los 170 mg por litro (las especificaciones para el agua potable permiten un porcentaje de sales de hasta 1000 mg por litro) , mientras que los carbonatos de calcio y magnesio llegar a 16 grados franceses (mientras que solo se permite hasta 50 grados franceses).

 

Proyecto de bombear el agua hacia la capital

Se dice que Zenobia la reina del Imperio de Palmira, fue la primera quien se apresuró a llevar el agua del manantial al desierto (Badia) a través de un antiguo túnel que aún existe hasta el día de hoy, pero este proyecto no tuvo éxito.

A principios del siglo XX, en el año 1906 los otomanos lograron durante el mandato del gobernador Nazim Pasha instalar la primera tubería de agua limpia para que la población en la mayoría de los barrios residenciales de Damasco dispongan de agua potable.

Posteriormente, a principio de la ocupación francesa de Siria, una empresa francesa intentó ganar un proyecto cuyo objetivo es vender el agua a los residentes de la capital pero un grupo de figuras  prominentes del pueblo sirio y  dignatarios se opusieron al proyecto y formaron una empresa privada nacional, llamada Asociación de Propietarios de Agua de Damasco, y formaron un comité encabezado por Lotfi Al-Haffar, un político sirio y uno  de los líderes del movimiento nacional contra el colonialismo francés, donde asumieron la responsabilidad de  ejecutar y financiar  el proyecto a un costo de 270 mil liras de oro otomanas en aquel tiempo.

Usar el agua como arma de guerra y la crisis de sed en Damasco:

En marzo del año 2013, la localidad de Ain al-Fijah se despertó con una terrible pesadilla, ya que integrantes del grupo terrorista Frente al-Nusra ocupó la zona y tomó el control de la instalación del manantial, lo cual se ha convertido en una carta de presión en manos de aquellos armados que amenazaron con cortar el bombeo de agua hacia la capital, además de envenenar el agua con diesel.

El 28 de enero de 2017, el ejército sirio logró recuperar el control de esta localidad e izar la bandera siria sobre la instalación de Ain al-Fijah después de violentos enfrentamientos que duraron 40 días pero esta vez la sangre pura de los mártires del ejército sirio se ofrenden como sacrificios para que el agua volviera a los habitantes de Damasco y terminara esta pesadilla.

Equipo de traductores y redactores de SANA en español

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