Jerusalén ocupada, SANA
En los últimos dos días, la ocupación israelí intensificó sus ataques contra los palestinos en la ciudad ocupada de Jerusalén.
Asimismo, tropas del ocupante incrementaron sus barreras militares para aislar los barrios y pueblos y cortar la comunicación entre ellos, además de cerrar los mercados de la ciudad vieja y restringir el movimiento allí.
Los militares sionistas proceden a proteger a cientos de colonos que asaltan la sagrada mezquita de Al-Aqsa.
Esas acciones hostiles agudizaron el sufrimiento de los habitantes de Jerusalén que están siendo desplazados forzosamente mediante el saqueo de sus tierras, la demolición o la confiscación de sus hogares y propiedades y su entrega a los colonos.
Ante estos crímenes, la comunidad internacional guarda silencio vergonzoso.
Jawad Siam, director del Centro de Información de Wadi Helweh, dijo a SANA que estas hostilidades israelíes no son menos peligrosas que las demoliciones de viviendas palestinas y la expansión de asentamientos en Jerusalén.
Siam señaló que la ocupación demolió durante el mes pasado 20 casas e instalaciones en Jerusalén y arrestó a 137 jerusalenistas en un intento de socavar la firmeza de su pueblo que continúa la batalla para defender sus hogares.
A su vez, el Secretario General de la Iniciativa Nacional palestina, Mustafa Barghouti, advirtió sobre el peligro de los planes de la ocupación para judaizar a Jerusalén y sus lugares sagrados islámicos y cristianos porque quieren acabar con cualquier oportunidad para establecer un Estado palestino independiente con Jerusalén como capital.
Barghouti instó a la comunidad internacional para que tome medidas serias para obligar la ocupación a aplicar las resoluciones de legitimidad y poner fin a sus violaciones de los derechos del pueblo palestino.
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