SANA en Español
Nueva York, SANA
Funcionarios de Naciones Unidas lanzaron un llamado urgente para poner fin a los obstáculos y prácticas que detienen el flujo de agua desde la estación de Allouk en la campiña norteña de Hasakah y amenazan con exponer a la sed a alrededor de un millón de personas.
Por medio de un comunicado conjunto publicado en el sitio web de las Naciones Unidas emitida por Omran Reda, Coordinador Residente de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios en Siria, Muhannad Hadi, Coordinador Humanitario Regional para la Crisis en Siria, y Ted Chaiban, Director Regional de UNICEF para Oriente Medio y África del Norte, los funcionarios explicaron que “las estaciones de agua son una infraestructura civil que debe protegerse en todo momento”, y pidieron que “se detenga la continua obstrucción del trabajo de la vital estación de agua de Allouk en el noreste de Siria”.
También instaron “inmediatamente” a proporcionar un corredor seguro para el acceso regular y sin obstáculos del personal técnico humanitario para que la planta de agua de Allouk pueda funcionar sin interrupciones adicionales.
En medio del brote de la pandemia del coronavirus en todo el mundo, la nota enfatizó que “el acceso suficiente y continuo al agua potable, el saneamiento y la higiene es la primera línea de defensa para detener la propagación de la pandemia”.
El 26 del mes pasado, la estación dejó de funcionar por completo como consecuencia de los ataques lanzados por la ocupación turca, sus mercenarios terroristas, y las agresiones de la milicia “FDS” vinculada a la ocupación estadounidense.
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