La Resistencia palestina gana una batalla e “Israel” ya no ganará ninguna nueva guerra

Damasco, SANA

Es un nuevo día que amanece en la Franja de Gaza, el de una victoria sin igual. Una victoria para toda Palestina, por su resistencia y su unidad y la solidaridad popular mundial contra el ocupante israelí.

Al amanecer, ya no son los sonidos de las bombas lo que escuchamos, sino los gritos de victoria y Allahu Akbar viniendo de los minaretes. La resistencia palestina rompe el silencio ensordecedor y cómplice de las grandes potencias y organizaciones internacionales que esperaron a la muerte de más de 230 civiles, incluidos 65 niños en Gaza, no para condenar las masacres israelíes, sino para pedir un alto el fuego.

El ejército israelí hizo todo lo posible por lograr hazañas militares intensificando los violentos y mortíferos bombardeos en los últimos días. Pero en vano. Los misiles de la resistencia palestina nunca se detuvieron desde el comienzo de los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza. Rechazando a primera vista el llamamiento a un alto el fuego exigido por Washington, Netanyahu ha intentado jugar el último cartucho de su carrera política en una entidad donde se amplían las divisiones sociales y políticas. El primer ministro ha provocado la ira de partes de la Knesset y los medios israelíes que están pidiendo su renuncia. Para restaurar su imagen nacional, el jefe de Estado Mayor israelí se concentró en los últimos días en el bombardeo de la infraestructura de Hamas y el intento de asesinato de dirigientes clave de la resistencia.

Objetivos militares que el ejército israelí no pudo lograr ante una resistencia que revirtió militarmente la situación y que se ha declarado lista si es necesario para continuar la batalla durante meses. A este fracaso militar se sumaron el fracaso en poner fin a los levantamientos palestinos en los territorios ocupados en 1948 y el aumento de la movilización popular en favor de la causa palestina en todo el mundo.

La resistencia palestina impone nuevas reglas de batalla

Al llevar a cabo el ultimátum militar impuesto a “Israel” por su plan de expulsión de familias palestinas del barrio de Sheij Al Yarrah, en Al Quds, y contra los violentos ataques contra los creyentes musulmanes en la Explanada de las Mezquitas, la resistencia palestina atacó los asentamientos israelíes.

Durante once días, a pesar de los intensos y mortíferos bombardeos del ejército israelí, los cohetes y misiles de las distintas facciones de la resistencia en Gaza no se detuvieron ni un solo día. Dos días después del inicio de los enfrentamientos, el ejército israelí dijo que se lanzaron 1.050 misiles desde la Franja de Gaza, incluidos cientos que alcanzaron el norte de Tel Aviv y Bersheeva.

Esta nueva batalla revela un avance excepcional en la sofisticación y rendimiento de los misiles producidos por la resistencia palestina o los lanzados por sus aliados, Irán y Hezbolá.

Los misiles representan un arma estratégica que ahora ataca el corazón de la entidad, sus colonias y su ejército. Se distinguen por su diversidad de alcance y su capacidad destructiva. Con un alcance de 100 a más de 200 km, los misiles atacaron intensamente varias ciudades como Ashdod, Chaer Hanigev, Nir Oz, Ashkelon, Bersheeva y Tel Aviv.

Las Brigadas al Qassam y Saraya al Quds han encargado nuevos misiles, entre ellos: “Ayyash”, “A120”, “SH85”, “Badr 3” y el misil “Qassam 400”. Cinco millones de colonos se encontraron en los refugios después de que acababan de salir del confinamiento después de una gran campaña de vacunación contra la Covid-19, de la que quedaron excluidos los palestinos de la Franja de Gaza y Cisjordania. La gran mayoría de los cohetes y misiles lograron burlar el sistema de la Cúpula de Hierro y alcanzar objetivos lejanos.

Las brigadas de Al Qassam atacaron varias bases aéreas militares israelíes, incluidas las bases de Hastor, Hatzerim, Nevatim, Tal Nov, Palmachim y Ramon. El brazo armado de Hamas también anunció la entrada en acción de un dron de reconocimiento tipo Zawari, del cual se difundieron imágenes tomadas desde emplazamientos militares israelíes.

Por su parte, el ejército israelí no pudo paralizar el sistema de lanzamiento de misiles de la resistencia en la Franja de Gaza y no se ha embarcado en ninguna incursión terrestre, a pesar de las reiteradas amenazas. El editor del periódico israelí Haaretz, Aluf Benn, describió el asalto israelí a la Franja de Gaza como “la operación más infructuosa” y pidió su fin inmediato.

La unidad palestina amenaza la ocupación sionista

Incluso después del alto el fuego, la policía israelí consideró que la violencia no se detendrá en las ciudades mixtas palestino-judías de los territorios de 1948. Según el analista político israelí Gideon Levy, la entidad sionista conoce la ola de violencia más grave entre judíos y palestinos en 48 años. Para Levy, es el resultado de largos años de opresión, discriminación y abandono social que se acompañan hoy de una creciente solidaridad entre los palestinos de los territorios ocupados de 1948 y 1967.

Una de las consecuencias más importantes para la entidad sionista del enfrentamiento militar con Gaza es la posición de los palestinos del 48 que afirman su apoyo a Al Quds y la Franja de Gaza. Este respaldo no se limitó al apoyo moral sino a la movilización a gran escala en ciudades mixtas, que experimentaron violentos enfrentamientos entre palestinos e israelíes. También estuvo acompañado por una huelga general de palestinos en los territorios de 48 y en Cisjordania. La unidad y solidaridad de los palestinos durante esta batalla, y en particular la de una nueva generación nacida después de la segunda intifada, frustró las estrategias israelíes de división de los palestinos. Hoy, esta unidad encarna un arma estratégica contra la ocupación israelí.

La prueba es que las banderas de Hamas fueron ondeadas en Cisjordania después del alto el fuego para declarar la victoria… Cisjordania, que está parcialmente controlada por la Autoridad Palestina y se considera un bastión de Al Fatah. La voz de una nueva generación palestina unida y que exige justicia, igualdad y el fin de la ocupación se hace eco en todo el mundo, especialmente a través de las redes sociales.

Una opinión pública mundial favorable a los palestinos

Las movilizaciones populares para defender la causa palestina ciertamente no son nuevas, pero hay una nueva dimensión reforzada por las redes sociales. Una juventud con acceso a las nuevas tecnologías se ha movilizado para hacer oír la voz de los palestinos y parece haberse reconciliado con la política. En particular, los jóvenes de la Web 2.0 descubrieron por primera vez la ocupación israelí y sus crímenes contra los palestinos. Del mismo modo, el uso de las redes sociales por parte de los palestinos para filmar y publicar hechos y atrocidades cometidos por el ejército y los colonos israelíes en Facebook, Twitter o Instagram ha permitido transmitir hechos a menudo ocultos o camuflados por los principales medios de comunicación.

Las cuentas digitales de estos palestinos, en su mayoría jóvenes, ahora son seguidas por miles de personas en todo el mundo y han jugado un papel importante en esta movilización internacional.

Facebook ha intentado censurar docenas de cuentas pro palestinas eliminando contenidos y bloqueando o eliminando cuentas de usuario a favor de la causa. No obstante, a pesar de esta política represiva de Facebook, Twitter e Instagram, las narrativas palestinas continuaron extendiéndose y se han convertido en tendencias mundiales.

Los esfuerzos por retransmitir los hechos contaron con el apoyo de muchas celebridades internacionales a través de sus cuentas oficiales. Las manifestaciones en apoyo a Palestina se han extendido masivamente por todo el mundo y especialmente en EEUU, donde decenas de miles de ciudadanos han condenado con vehemencia la política exterior de la administración estadounidense y coreado “La vida de los palestinos importa”, en referencia al movimiento antirracista “Black Lives Matter”, que ha expresado él mismo públicamente su solidaridad con la causa palestina.

Esta renovada movilización también puede explicarse por una diáspora árabe numerosa y joven. El famoso empresario palestino-estadounidense Mohamad Hadid dijo a Instagram después del alto el fuego: “Lo único que “Israel” no consideró cuando deportó a 750.000 palestinos hace 73 años fue que sus descendientes, ahora de todo el mundo, regresarían para defender sus derechos”.

Finalmente, nuevas voces en el Congreso de EEUU, como Rashida Tlaib y otros miembros del Partido Demócrata, criticaron el tradicional apoyo de Washington a “Israel” y pidieron a Biden que adopte una posición más firme contra la política de asentamientos de “Israel”. En la misma línea, el senador estadounidense Bernie Sanders dijo en un artículo publicado en el periódico estadounidense The New York Times que EEUU ya no podía desempeñar “el papel de abogado defensor del gobierno de extrema derecha de Netanyahu y sus comportamiento racista” y declaró que quiere presentar una moción para bloquear la venta de armas a Tel Aviv.

Esta movilización de los pueblos del mundo y el compromiso político de celebridades y ciertas fuerzas políticas estadounidenses ha fortalecido la opinión pública a favor de la causa palestina. Ante su fracaso militar, su creciente impopularidad en todo el mundo, y a pesar de su normalización con determinadas capitales árabes, la entidad sionista está por tanto condenada a no volver a ganar nunca más una batalla o guerra.

Por Chirine Zbib

Fuente: Al-Manar en español

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