Damasco, SANA
Durante los últimos años los EEUU han sido el azote del mundo, pero sobre todo de aquellos países que tienen recursos naturales o energéticos que robar.
Occidente y los EEUU han sido el azote del mundo durante siglos. Sobre todo de la maltratada África y sus pueblos, pero también de América, Asía, Oceanía y de sus propios pueblos.
La brutalidad de Leopoldo y su reinado en el Congo belga, de los alemanes en Namibia, el comercio de esclavos, la destrucción del Estado en Libia, el apartheid en Sudáfrica, el comercio de esclavos desde África a Europa y América….
La deuda con los puertos de África de los países Occidentales es incalculable.
Tras la revolución bolchevique que terminó con la victoria del Ejército Rojo de Obreros y Campesinos tanto en la posterior guerra civil, como rechazando la invasión de 7 grandes potencias mundiales, entre ellas los EEUU, Japón y las potencias europeas. Como el triunfo soviético sobre el NAZISMO y el FASCISMO en Europa.
Desde el comienzo de la llamada Guerra Fría la URSS y sus aliados sirvieron de necesario contrapeso, apoyaron movimientos anticoloniales y revolucionarios por todo el mundo e hicieron que las oligarquías de los países Occidentales se viesen obligadas a hacer concesiones a la clase trabajadora en sus países para evitar el contagio del movimiento revolucionario a nivel mundial.
Con la desaparición de la URSS y el desmembramiento del campo soviético los EEUU se encontraron con un escenario que les permitía el uso y abuso de su poderío militar, así como el descarado apoyo a golpes de Estado y los bloqueos económicos a todo el que no se arrodillase servilmente.
También las oligarquías una vez desaparecido el campo soviético empezaron su ofensiva para robar derechos a la clase trabajadora y bajar salarios, el capitalismo salvaje, la ley de la selva.
Hoy en plena pandemia del COVID-19, el mundo está cambiando también a nivel geoestratégico, el importante y solidario papel de Rusia, China, Cuba o Venezuela han hecho cambiar la imagen distorsionada por los medios de comunicación que los pueblos tenían sobre estos países.
Además el papel insolidario e irresponsable de los EEUU y de los organismos internacionales también han hecho que los pueblos del mundo tomen conciencia de quienes son los verdaderos amigos y quienes los oportunistas.
Ahora el estallido social contra el gobierno fascista y racista de Donald Trump abre también las puertas en los EEUU, no solo a un conflicto que ya está servido, sino también a un cambio, tal vez hasta un proceso de revolución social.
Adelante Rusia y China parecen estar en disposición de plantar cara a los EEUU, Rusia ya lo ha hecho de un modo triunfante a nivel militar en Siria y el tablero geoestratégico puede empezar a recolocarse.
El gigante yanqui se tambalea y el mundo aguanta la respiración esperando la caída del monstruo.
Por André Abeledo Fernández
Fuente: El comunista.Net