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Washington, SANA
Este viernes, las protestas contra el racismo y la violencia de la policía estadounidense entran en su décimo día consecutivo en los Estados Unidos, en medio de la intensificación de los métodos de represión practicados contra los manifestantes que salieron en más de 430 ciudades y pueblos estadounidenses.
El asesinato del afroamericano George Floyd a manos de la policía estadounidense en Minneapolis se ha convertido en un caso global que pone de relieve el racismo contra los negros.
La situación de ebullición dentro de Estados Unidos ha aumentado, junto con los tuits del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y sus declaraciones que amenazan con usar el ejército y métodos más severos y duros contra los manifestantes pacíficos, describiéndolos como “terroristas” y exigiendo que los gobernadores estatales y las fuerzas policiales los aplasten.
Al respecto, las redes sociales y los medios estadounidenses como Fox News circularon un video que muestra a agentes de la policía estadounidense empujando a un anciano en el suelo y dejándolo sangrando.
Millones de personas compartieron el video que muestra la violencia de la policía estadounidense contra el anciano que cayó al suelo sangrando, mientras un oficial impedía prestarle ayuda.
En un incidente similar, un oficial de policía de EE. UU., impidió que una manifestante diabética en la ciudad de Cincinnati, Ohio, obtuviera su medicamento de insulina, a pesar de que ella gritó y afirmó la necesidad de tomar su medicina.
Las manifestaciones rabiosas en Estados Unidos recibieron un gran respaldo en muchos países del mundo, y se extendieron a las capitales de los Países Bajos, Gran Bretaña, Francia, Alemania y Austria, España, Portugal y Gambia; también las protestas llegaron a África, donde los manifestantes se reunieron frente a la embajada estadounidense en Nairobi y levantaron el lema “la vida de los negros es importante”.
M.M/ F.M
